Acostó a los niños
rogando a Dios
que soñaran tranquilos
y luego ella también durmió.
Dos horas pasaron
ellos se despertaron,
él llegó borracho otra vez,
quería golpear a su mujer.
Otra noche de dolor,
sus hijos llorando en el rincón.
Otra vez ahogado en alcohol
y ella aguantando, siendo la distracción.
¿Cuánto más puedes aguantar?
¿Cuánto más lo vas a tolerar?
Date cuenta de que él no te quiere ya,
sólo te hace sufrir, después te va a matar.
¿Cuánto más lo vas a soportar?
¿Hasta cuándo lo vas a disculpar?
Date cuenta de que tus hijos seguirán.
No se va a detener, él no tiene piedad.
"Aquel hombre del que me enamoré
me prometió que me iba a proteger
aún recuerdo el día en que me casé,
era muy feliz, el amor no sé a dónde se fue.
Ahora es un monstruo, sólo piensa en beber,
ya no da para el gasto, además es infiel.
Ya no quiero esta vida, tengo que luchar,
salir adelante y formar un hogar."
Cuando se decidió
ella no imaginó
que sus ojos no verían
de nuevo la luz del sol.
El último día de dolor
no tuvo final feliz.
Los dos niños y su madre
terminaron de existir.
Ella los defendió
dio su vida por los dos,
aunque nunca desistió
al final fracaso.
Entre gritos y golpes
se fueron al cielo,
con quemaduras y moretones
-acorrucados- dejaron de sentir miedo.
Esta es una historia más
una de las tantas que hay.
¿Cuántas veces ves sufrir a una mujer?
Bajar la mirada es más fácil que ayudar.
Quien ama no lastima,
quien ama no envenena,
si te ama cuida de tu vida.
El que ama no golpea.
- J. A. Valenzuela
😢
ResponderBorrar:(
BorrarTriste pero cierto, la ignorancia, la indiferencia, pataneria, el desapego, el desamor, el egoísmo, también asesinan, dejan el cuerpo vivo pero el alma muerta.
ResponderBorrarY un alma así es muy difícil que sane, sobre todo si no sale del entorno.
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