Esto no se acaba aquí, aunque estés dormida de tu reposo te sacaré, mi vida.
Mi obsesión, mi deseo. Mía tu alma, mío tu cuerpo.
Ya no duele ¿verdad? El vivir no te afecta más. No hay reproches, no hay enfermedad.
Sufro cuando no te poseo, no importa que ya no tengas aliento.
Te ves tan hermosa quieta en mi cama, poco maquillada, vestida de negro y desnuda tu alma. El amor traspasa la muerte. Recuerda, juntos por siempre.
Aunque estés callada prefiero tu silencio, sé que me amas... Pocos recuerdan que hace mucho fuiste enterrada. Sé que nadie comprenderá lo nuestro, si esto no es real entonces yo también estoy muerto. No es enfermizo, es amor sin importar el qué dirán.
Me dicen loco y necio ¡ellos qué sabrán! Lo siento, me dejé llevar. Lo nuestro es secreto, es perfecto, aunque ya no estés tan bien conservada. No importa, mi momento ha llegado, te alcanzaré en la dulce nada, tomo tu mano directo al infierno...
- J. A. Valenzuela
No hay comentarios.:
Publicar un comentario