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Al pie de la escalera (aquellos lugares)

    Es increíble cómo hay lugares importantes en un mundo tan cotidiano. Para la gente común es el primer escalón que suben o el último que bajan. A veces hay una envoltura tirada o un papel rasgado que se queda atrapado por las corrientes de aire. Ocasionalmente esta encharcado por la lluvia anterior. La gente lo pisa una y otra vez, sin pensar ni imaginarse la historia que tuvo ese escalón.

    No saben que allí fue el lugar donde nos sentamos a platicar íntimamente por primera vez, donde pude sentir tus frías, pequeñas y delicadas manos. Donde me presumías tus uñas nuevas mientras me platicabas tus planes a futuro. ¿Te acuerdas de aquella vez que se perdió el gatito de tu amiga y te llamaron porque lo habían encontrado?

    En ese maravilloso escalón fue nuestro primer beso. Rápido y tímido, pero perfecto. Allí toqué el cielo ¿Cuántas noches pasamos platicando de todo y nada? ¿Cuántos amaneceres?

    Te juro que quisiera hacerle un monumento, una estatua. La sede de mi felicidad pasada... Cuando paso por allí me quedo unos momentos recordando tu esencia, durante unos segundos es como si estuvieras de nuevo a mi lado. Por un maravilloso espacio de tiempo, al estar allí, la vida me transporta a cuando fui feliz.

    Pero luego toca continuar, sin ti. Seguir subiendo o bajando. Continuar el camino. Ya no es lo mismo, ya no es nuestro escalón. Ahora solo es un lugar donde te recuerdo. Y así voy por la ciudad buscando aquellos lugares que guardan nuestra historia, una historia que no debió terminar.

    ¿Por qué la felicidad acaba? ¿Y por qué la gente pisa nuestro pasado? ¿Por qué se ensucia sin poder evitarlo? Todos nuestros lugares son especiales, pero esa escalera siempre llevará un pedacito de nosotros. Cosas que seguramente ya olvidaste.

    Habrá lugares que compartan otra historia tuya donde yo no tengo cabida. Y quizás alguna vez los recuerdes y llores por aquel amor que disfrutas tanto. Mientras, déjame pudrirme en este escalón. ¿Y qué si me quiero dormir aquí? ¿Y qué si quiero recordarte al pie de la escalera? ¿Y qué si me vuelvo un vagabundo y aquí quiero pasar el resto de mi vida? Este escalón es mi lápida personal. Donde nació, creció, murió y descansa nuestro amor. Quizá es la cripta de mi corazón y no porque me parezca tétrico, todo lo contrario; es un punto especial en este universo hostil.

    Tan lleno de historia, tan lleno de ti, un momento de paz y tranquilidad donde convivo con lo más bonito que tuve. Donde el tiempo no pasa; y, durante un latido de corazón, podemos ser tú y yo de nuevo.

    Aquellos lugares llenos de magia, recuerdos y amor. Todo lo que no tengo, todo lo que me falta. Y al volver allí, al pie de la escalera, renuevo fuerzas para aguantar -por unas horas- el estar sin ti,


- J. A. Valenzuela


(imagen de Pinterest)



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